La matriarca del clan Campos tiene muy preocupados a familiares, amigos y seguidores, ya que su estado de salud se encuentra en un momento muy delicado. Y aunque María Teresa tiene más de 80 años, todo parece deberse a su bajo estado de ánimo, que lleva arrastrando desde 2017, cuando le quitaron el programa que presentaba.

De hecho, en las escasas ocasiones en las que hemos podido ver la en la pantalla desde entonces, ha pedido en varias ocasiones que le den la oportunidad de regresar a televisión. Según se comente, María Teresa no levanta cabeza desde entonces, lo que le está provocando graves problemas de salud, ya que apenas come ni bebe, llegando incluso a tener anemia.

Muy desmejorada

Es muy impactante ver a una señora como la Campos, a la que siempre hemos visto perfectamente arreglada e impecable, tan desmejorada como aparece en las últimas imágenes que se han filtrado de la que fuera una de las caras más populares de la televisión en España. 

Su chófer, Gustavo González, es prácticamente como un hijo para María Teresa, y es quien se encarga de darle algún paseo por Madrid, aunque sea dentro del coche. Siempre que puede, intenta proteger a la Campos de la mirada indiscreta de las cámaras, pero no siempre es posible. De hecho, las hijas de la malagueña, Terelu y Carmen Borrego, han pedido a la prensa que por favor no graben ni fotografíen a su madre es este estado.

Sus hijas intentan protegerla

Las dos hijas de María Teresa, también rostros habituales de programas y tertulias televisivas, intentan proteger a su madre hasta el punto de haberle ocultado el fallecimiento de un gran amiga y compañera, Laura Valenzuela, preocupadas por la reacción que tendría al enterarse de algo tan triste. Asimismo, intentan que apenas se relacione para evitarle sobresaltos y noticias que la alteren, como que su última pareja, Bigote Arrocet, ha rehecho su vida y se encuentra ilusionado junto a otra mujer, algo que las hijas de la Campos consideran que le haría mucho daño a su madre.

Sus vecinas y amigas tampoco ocultan su preocupación, pese a que recientemente la han visto paseando por la calle, pero afirman que no quiere ver a nadie ni atiende a las llamadas. Además, en esas imágenes se la ve sumamente delgada, hasta el punto de no poder andar sin ayuda.